El pasado 6 de noviembre
visitamos las cuevas del Águila en Arenas de San Pedro, Ávila.
Las cuevas
estaban a 2 horas de Madrid y cuando pasaron esas 2 horas llegamos a Ávila. La
primera impresión fue un poco artificial por los escalones, las barandillas y
las luces pero aun así aprendimos mucho. El monitor nos contó que esas cuevas
fueron descubiertas el 24 de diciembre
de 1963 por un chico que estaba observando pájaros y por casualidad encontró
una entrada a la cueva. Rápidamente llamó a unos amigos y con una linterna y un
candil entraron. Al rato la linterna se fundió y la llama del candil se apagó.
Por ello estuvieron mucho tiempo en la cueva a oscuras intentando encontrar la
salida. También nos explicó la diferencia entre estalactita
y estalagmita y que intentaramos no tocar nada por que el agua cae de la
estalactita creando estalagmitas y que si lo tocamos nos llevamos los minerales
y las estagmitas no crecen. Además nos enseñó que en esa cueva no puede haber
más vida que unas simples algas y que dentro de millones de años la cueva
podría quedar cerrada debido a que las estalactitas y las estagmitas se junten
y formen columnas que cierren la cueva. Al salir de la cueva nos fuimos a una
iglesia que pudimos ver por dentro. Después comimos y nos dieron tiempo para
ver el lugar. Antes de irnos subimos a ver las vistas, como era cuesta arriba
había un coro de gente quejándose. Bajamos la cuesta nos montamos en el autobús
y nos fuimos a Madrid.
Por último tengo que decir que esta excursión me gustó
mucho y me pareció muy interesante.
Irene Hernández, 3ºA
Irene Hernández, 3ºA